El proyecto nació del deseo de los clientes de aprovechar un lote que ya poseían, creando un lugar al que pudieran escaparse los fines de semana y compartir en familia. Buscaban una cabaña con un presupuesto ajustado, pero con la capacidad de acoger reuniones y momentos especiales.

La necesidad de contar con un espacio adicional para encuentros fue el punto de partida para la estrategia del proyecto. A partir de esa premisa, la terraza se concibió como la segunda pieza fundamental: una extensión complementaria a la cabaña que permitiera ampliar el uso del lugar sin comprometer el presupuesto.

La solución consistió en diseñar una terraza con un área equivalente a la de la cabaña, duplicando el espacio disponible y creando un ambiente generoso y flexible para recibir a familia y amigos. El resultado es un proyecto que equilibra funcionalidad, sencillez y disfrute del entorno.